DEDICATORIA

Este blog está dedicado a los padres que se pasan horas y horas ante el televisor, mientras sus hijos pasan horas y horas ante la consola, y también está dedicado a los maestros que van al trabajo como quien va a la oficina, como una rutina más de su vida, que han perdido el afán de aprender (¿lo tuvieron alguna vez?) y por ello son incapaces de transmitir el más mínimo entusiasmo por los misterios del mundo a sus desafortunados alumnos.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

DIDÁCTICA DE LA VIEJA ESCUELA

Hay cosas que no cambian, la vieja escuela sigue vigente pese a todas las innovaciones tecnológicas, los ordenadores en el aula y las nuevas corrientes pedagógicas. Pocos cambios en los métodos, tanto da si el docente en joven o mayor, esos procesos se contagian en la sala de profesores, o en la universidad, quién sabe.

El método sigue siendo ancestralmente magistral (es el método de algunos profesores de mis hijos, el mismo que pude experimentar en mis años de escuela primaria y secundaria, salvo raras excepciones): el profesor va leyendo el texto de la lección, llega a un lugar importante (él decide que es importante) y ordena subrayar o encuadrar la información, sea en el libro o copiando en la libreta. Tanto da si en el aula se usa un libro en papel o un libro electrónico en ordenador portátil, el proceso didáctico acaba siendo el mismo, en dos momentos:

  • Escuchar lo que dice el docente
  • Copiar lo que dice el docente
Una variación de este método consistiría en hace leer a los alumnos el texto del libro o en la pantalla del ordenador.

Es evidente que los alumnos han de acceder a la información de alguna manera, que es básicamente leyendo, y es evidente también que eso no lo van a hacer por cuenta propia, si no hay un estímulo previo, ni lo van a hacer en su casa, salvo raras excepciones. Está claro que comenzando por aquí, el proceso va a ser el antes descrito. La clave del mismo consiste en esos dos momentos, escuchar-leer y copiar, que soslayan, o casi mejor entierran hondamente, todo ánimo participativo, creativo y constructivo en el alumnado. Para ellos, todo se reduce a escuchar-leer y copiar, escuchar lo que se lee y copiar lo que se indica, sin salir del libro.

No hay en este método el más mínimo interés por fomentar el autoaprendizaje (el únjco aprendizaje que realmente funciona), la búsqueda de información complementaria, la construcción del tema (ya que el tema ya está suficientemente construido en el libro, y no hay que salir de sus límites, es malo ir más allá) y el uso de los recursos propios del alumnado. La cuestión es que los alumnos pasen las páginas del libro y acumulen la información, la copien y repitan los contenidos. Acumulación, retención, memoria. Ya está, aquí nos quedamos, acabamos el tema y vamos a por otro, que hay que terminar el libro y hay que cumplir con la programación.

Héloïse La Nouevelle


4 comentarios:

  1. Como ya nos tiene acostumbrados el alma bella de Héloïse, sus reflexiones son semillas en nuestras mentes. A mí se me ocurren ahora dos ideas.

    Hace algún tiempo leí que el 40% de los progenitores no tienen las capacidades y habilidades emocionales para la crianza de sus hijos. El mismo porcentaje se podría aplicar a los docentes. Sirva el siguiente testimonio. Cuando se abre la puerta de una sala de profesores, las frases que uno puede pillar al vuelo son de lo más instructivo sobre la competencia emocional de unos cuantos docentes: "algunas se visten como putas"; "menudos subnormales que tengo como alumnos"; etc., etc. Lo curioso del caso es que esos mismos profesores andan estresados cumpliendo con un sentido militar del deber la programación de la asignatura, sin tener tiempo para reflexionar sobre su relación con los alumnos y considerar sus propios prejuicios. Algo que es del todo negativo para garantizar el aprendizaje.No niego que enseñen, pero dudo que su alumnos aprendan. Ignoran, además, que el llenar de contenidos la mente de sus alumnos es un grosero sistema de control social, porque embota el pensamiento crítico.Aunque esto mismo ya les va bien a quien ejerce de cabo chusquero en la clase.

    La segunda idea que nace en mí estimulada por su reflexión es el desatino de una didáctica que ignora incomprensiblemente buena parte de los principios cognitivos del aprendizaje, así como las etapas de maduración cerebral. Es un consenso en la comunidad neurocientífica la existencia de un cerebro social y ético. Y este cerebro tiene en la etapa escolar de la secundaria, entre los 12 y los 18 años, su principal organización funcional. Una implicación didáctica en el aula sería sustituir la clase directiva por la clase cooperativa, en la que los alumnos participasen en la construcción del conocimiento. Suponer, como hacen muchos profesores, que los alumnos no saben nada o que son unos inútiles, no se puede calificar sino como una imbecilidad. Yo no dejo de sorprenderme cada día lo que me enseñan mis alumnos, lo que aprendo con ellos. Y lo que me estimulan sus intereses. Este mismo escrito no sería posible hacerlo sin ese contagio afectivo e intelectual. Y así por lo que toca a otras muchas implicaciones. El problema es que en muchos claustros de profesores ya no se habla de pedagogía, sino sólo de programaciones y evaluaciones. Pero lo que media entre ambas y les da sentido es justamente la reflexión pedagógica.

    Si no fuese por la actual crisis y el drama del paro, no tendría ningún reparo en solicitar con vehemencia un cambio radical en la formación y contratación de los maestros y profesores. Nosotros somos el principal problema de la educación en nuestro país.

    August Mann



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  2. La descripción que hace de los métodos de la vieja escuela me parecen simplistas, además de falsos. Supongo que es lo que procede cuando la intención es únicamente descalificar. Fui educada por ese vieja escuela que usted ridiculiza y le aseguro que me enseñaron mucho más que a "escuchar al profesor y copiar". La reflexión, el estudio razonado y la calidad, en suma, de la Educación Pública fueron entonces posibles porque los colegios e institutos no habían degenerado en las guarderías sin función docente que son hoy. Por cierto, me sorprende que se hable luego de que haya docentes "preocupados por desarrollar su programación didáctica". Gracias a Dios que los hay, si no, los hijos de la clase obrera que van a la Pública no podrían ser futuros médicos, ingenieros,...Su propuesta pedagógica es, en mi opinión, antiprogresista y ha hecho un daño sin precedente a la Educación Pública.

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  3. Es muy probable que le hayan enseñado a usted muchas cosas en la vieja escuela, pero no parece que tenga usted los pies en el suelo. Si es usted madre de escolares, la disculpo, pero si es usted docente, me parece que no le enseñaron nada a pensar con un poco de orientación crítica, o lleva usted una venda en los ojos. Mire, en las escuelas hay mucha gente profesional y de calidad, pero conviven en los claustros con verdaderos despropósitos de la didáctica, que nunca debieron meterse en este trabajo. Contra ellos escribimos en este blog, con el afán de desvelar estas barbaridades. Nos anima el espíritu de Marat, que era cien por cien crítico. En absoluto caemos en la descalificación simplista, y lo que contamos es totalmente cierto, porque los que aquí escribimos somos padres y también docentes, y le aseguro que en ambos ámbitos obtenemos información suficiente para llenar este blog de entradas como está e incluso más descalificadoras, porque no lo hemos creado para escribir en DIDÁCTICA DE LA VIEJA ESCUELA

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    1. No entiendo la acusación de nuestra anónima de burda iconoclastia de la autoridad académica. En la entrada que da pié a su comentario no hay tal cosa. Sí que hay, en cambio, una vehemente crítica de una pedagogía tradicional que ha hecho de la memorización de contenidos y la directividad del profesor el principal instrumento educativo. Pero bueno. Todavía no se ha enterado nuestra anónima que si algo bueno tenemos los seres humanos es la capacidad del olvido y la adaptabilidad al medio en virtud de nuestra propia naturaleza. La pedagogía tradicional se ha hecho ignorando estos dos rasgos de nuestra condición humana. Que nuestra anónima comentarista haya utilizado los conocimientos adquiridos como ascensor social para su desclasamiento no lo niego. Pero la energía con la que se movía ese ascensor es la de una concreta ideología social. Cuántos profesionales hay en nuestro país cómplices con la actual situación política y económica. Cuántos silencios vergonzantes. Y cuánta hipocresía de los que sólo se movilizan cuando les tocan el bolsillo. Sí, anónima mía, la manera de aprender es importante porque con los contenidos vienen las competencias. Como ya dijo Platón, la prudencia es la virtud del alma racional, porque conduce la sabiduría por las sendas del bien.

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