Nos ha llegado esta protesta de unos padres que acaban de llevar a su hijo al Instituto por primera vez. Al margen de que puedan estar de acuerdo con la mayoría de las normas de convivencia del centro, no entienden el carácter represivo de algunas de ellas, tales como las caprichosas limitaciones a la fisiología humana, en forma de restricciones a la necesidad de beber y de hacer pipí.
Nos comentan:
"Nos parece que estas limitaciones son incompatibles con cualquier consejo médico, no entendemos cómo puede ser sano no poder hacer pis desde que entran, a las 8 de la mañana, hasta la hora del patio, a las 11, y luego otra vez desde que acaba el patio, 11:30, hasta que salen a las 14:30; tampoco es compatible con el buen desayuno que recomiendan los dietistas. Eso sí, los profes tienen llave y pueden ir al lavabo cuando les vengan ganas, y no se privan de agua si es necesario. Al menos, un poco de coherencia."
!Qué barbaridad!Y más que esa normativa criminal, más propia de un campo de concetración o un gulag que de un centro de enseñanza salga de un centro público. Confundir la satisfacción de las necesidades fisiológicas básicas con actos de indisciplina es como confundir la velocidad con el tocino.¿Cómo se puede privar a un adolescente durante 3 horas de orinar o beber? Pobre educación pública con esos locos o descerebrados. Se debería poner en conocimiento de la Fiscalía de Menores por si es constitutivo de delito.
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