DEDICATORIA

Este blog está dedicado a los padres que se pasan horas y horas ante el televisor, mientras sus hijos pasan horas y horas ante la consola, y también está dedicado a los maestros que van al trabajo como quien va a la oficina, como una rutina más de su vida, que han perdido el afán de aprender (¿lo tuvieron alguna vez?) y por ello son incapaces de transmitir el más mínimo entusiasmo por los misterios del mundo a sus desafortunados alumnos.

lunes, 4 de febrero de 2013

ESCUELA Y ECONOMÍA

El folleto que hay bajo estas líneas ha sido distribuido en los colegios de primaria de Vilanova i la Geltrú, a propósito de las próximas fiestas de carnaval, sin las cuales parece que esta ciudad no es nada. Nada que decir sobre las fiestas que los ciudadanos deseen celebrar, salvo que si no participas en ellas parece que eres de otro mundo. En particular, centramos nuestra crítica al hecho de que el sistema público de educación distribuya unos folletos dirigidos al público infantil, en los que hay una propuesta de juego que consiste en ir por los locales comerciales señalados en el reverso, y mirar en los escaparates para encontrar algo que no cuadra.

No hay duda de que en este juego intervienen diversos elementos formativos y de currículum que la escuela ha de desarrollar:

  • Observación visual: rápidez en la localización de productos para el consumo.
  • Favorecer el contacto con la realidad, frente al aprendizaje abstracto: no es lo mismo mirar fotos de tiendas que entrar en ellas.
  • Conocimiento del medio social: marcas comerciales, localización de ofertas, precios al día, etc.
  • Conocimiento de tu propia ciudad: dónde están los comercios más guays.
  • Integración de conductas adecuadas: comprar, consumir.
  • Integración de que somos ciudadanos libres: podemos elegir entre diversas marcas, podemos intentar comprar las mejores marcas si nos espabilamos y ganamos más dinero, podemos ser más interesantes que nuestros compañeros que no han podido comprar la marca de referencia en el comercio de referencia.
 En definitiva: sumisión absoluta de la escuela a los programas del sistema económico, somos libres para comprar, que ya es mucho. La escuela no es más que un factor de la economía reproductiva, servidora del poder, instrumento ciego de la socialización dirigida por el entramado económico. Más aún: los docentes que se entregan a estas prácticas (al fin y al cabo nadie les puede obligar a repartir un folleto que no sea de material didáctivo o informativo de carácter oficial) demuestran ser lo que Rousseau dice que son: sirvientes, además de mal pagados. Sí, lo dice, incrédulos. Leed el Emilio, está en las primeras 40 páginas, es fácil llegar.




Héloïse La Nouvelle


2 comentarios:

  1. Yo busco la anormalía, que es más guay!!!
    Est;)

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  2. Yo también me apunto al concurso. Pero por eso de dar un poco de color, en lugar de fijarme en las mercancias, me fijaré en las personas, valga la redundancia en el sistema capitalista. Propongo la siguiente adaptación:
    Observación visual: detectar los que cobran el SMI por el calzado chino
    Favorecer el contacto con la realidad, frente al aprendizaje abstracto: hablar con los dependientes de las horas trabajadas y las horas cobradas, así como de las condiciones de salud laboral (estar de pie toda la jornada, desplazar cientos de kilos al día con un solo brazo, levantar mercancias sin fajas, etc.).
    Conocimiento del medio social: informarse de los contratos laborales basura de los dependientes, de la rotación de empleados por no renovar contratos sin bonificaciones fiscales, del trato discriminatorio a hombres y mujeres, etc.
    Conocimiento de tu propia ciudad: identificar los establecimientos con sentencias firmes condenatorias por delitos laborales, identificar los establecimientos donde se manipilan las elecciones sindicales o bien existe persecución sindical, identificar los comercios que no hacen una gestión de las basuras con criterios ecológicos, etc.
    Integración de conductas adecuadas: denunciar todos los casos de delitos y faltas contra los empleados o el espacio público.
    Integración de que somos ciudadanos libres: consumir con criterios éticos y de responsabilidad social, favoreciendo las cooperativas y el comercio justo.
    Ya estoy esperando con nervios ver a nuestros niños y jóvenes haciendo lo que los adultos no quieren hacer.
    Cero

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