Hay cosas que no cambian, la vieja escuela sigue vigente pese a todas las innovaciones tecnológicas, los ordenadores en el aula y las nuevas corrientes pedagógicas. Pocos cambios en los métodos, tanto da si el docente en joven o mayor, esos procesos se contagian en la sala de profesores, o en la universidad, quién sabe.
El método sigue siendo ancestralmente magistral (es el método de algunos profesores de mis hijos, el mismo que pude experimentar en mis años de escuela primaria y secundaria, salvo raras excepciones): el profesor va leyendo el texto de la lección, llega a un lugar importante (él decide que es importante) y ordena subrayar o encuadrar la información, sea en el libro o copiando en la libreta. Tanto da si en el aula se usa un libro en papel o un libro electrónico en ordenador portátil, el proceso didáctico acaba siendo el mismo, en dos momentos:
- Escuchar lo que dice el docente
- Copiar lo que dice el docente
Una variación de este método consistiría en hace leer a los alumnos el texto del libro o en la pantalla del ordenador.
Es evidente que los alumnos han de acceder a la información de alguna manera, que es básicamente leyendo, y es evidente también que eso no lo van a hacer por cuenta propia, si no hay un estímulo previo, ni lo van a hacer en su casa, salvo raras excepciones. Está claro que comenzando por aquí, el proceso va a ser el antes descrito. La clave del mismo consiste en esos dos momentos, escuchar-leer y copiar, que soslayan, o casi mejor entierran hondamente, todo ánimo participativo, creativo y constructivo en el alumnado. Para ellos, todo se reduce a escuchar-leer y copiar, escuchar lo que se lee y copiar lo que se indica, sin salir del libro.
No hay en este método el más mínimo interés por fomentar el autoaprendizaje (el únjco aprendizaje que realmente funciona), la búsqueda de información complementaria, la construcción del tema (ya que el tema ya está suficientemente construido en el libro, y no hay que salir de sus límites, es malo ir más allá) y el uso de los recursos propios del alumnado. La cuestión es que los alumnos pasen las páginas del libro y acumulen la información, la copien y repitan los contenidos. Acumulación, retención, memoria. Ya está, aquí nos quedamos, acabamos el tema y vamos a por otro, que hay que terminar el libro y hay que cumplir con la programación.
Héloïse La Nouevelle