El folleto que hay bajo estas líneas ha sido distribuido en los colegios de primaria de Vilanova i la Geltrú, a propósito de las próximas fiestas de carnaval, sin las cuales parece que esta ciudad no es nada. Nada que decir sobre las fiestas que los ciudadanos deseen celebrar, salvo que si no participas en ellas parece que eres de otro mundo. En particular, centramos nuestra crítica al hecho de que el sistema público de educación distribuya unos folletos dirigidos al público infantil, en los que hay una propuesta de juego que consiste en ir por los locales comerciales señalados en el reverso, y mirar en los escaparates para encontrar algo que no cuadra.
No hay duda de que en este juego intervienen diversos elementos formativos y de currículum que la escuela ha de desarrollar:
- Observación visual: rápidez en la localización de productos para el consumo.
- Favorecer el contacto con la realidad, frente al aprendizaje abstracto: no es lo mismo mirar fotos de tiendas que entrar en ellas.
- Conocimiento del medio social: marcas comerciales, localización de ofertas, precios al día, etc.
- Conocimiento de tu propia ciudad: dónde están los comercios más guays.
- Integración de conductas adecuadas: comprar, consumir.
- Integración de que somos ciudadanos libres: podemos elegir entre diversas marcas, podemos intentar comprar las mejores marcas si nos espabilamos y ganamos más dinero, podemos ser más interesantes que nuestros compañeros que no han podido comprar la marca de referencia en el comercio de referencia.
En definitiva: sumisión absoluta de la escuela a los programas del sistema económico, somos libres para comprar, que ya es mucho. La escuela no es más que un factor de la economía reproductiva, servidora del poder, instrumento ciego de la socialización dirigida por el entramado económico. Más aún: los docentes que se entregan a estas prácticas (al fin y al cabo nadie les puede obligar a repartir un folleto que no sea de material didáctivo o informativo de carácter oficial) demuestran ser lo que Rousseau dice que son: sirvientes, además de mal pagados. Sí, lo dice, incrédulos. Leed el Emilio, está en las primeras 40 páginas, es fácil llegar.
Héloïse La Nouvelle